Hay un
dicho “si quieres que algo quede bien hecho, hazlo tú mismo”, pero hay cosas
que una solo persona no puede hacer o no tiene el conocimiento para hacerlo,
hay cosas para las cuales es necesaria la colaboración de muchas personas, pero
estas personas ¿cómo sabrán qué hacer? si tu eres quien sabe cómo debe ser el
resultado final, ¿cómo podrán sincronizarse correctamente?, ahí es cuando entra
en acción el control.
El control
es supervisar lo que los demás hacen, así se procura que se den las acciones y
cambios requeridos para el buen desempeño de una actividad; por eso es
necesario el control, para procurar que lo que uno o la compañía quiere quede
bien hecho.
Existen
tres diferentes enfoques para realizar un sistema de control:
·
Control
de mercado: este enfoque subraya el uso de mecanismos externos del mercado,
como por ejemplo, una compañía que utilice los aportes de su competencia para
tomar las decisiones referentes a su plan de acción.
·
Control burocrático:
este depende de reglas, reglamentos, procedimientos y políticas
administrativas. Por ejemplo: una empresa que tenga una estructura fija para
basar sus decisiones en los resultados del mes anterior, incluidas ahí quién es
el que toma las decisiones.
·
Control
de clan: en este enfoque los comportamientos de los empleados son regulados
por valores compartidos, normas, tradiciones, rituales, creencias y otros
aspectos de la cultura organizacional. Un ejemplo es una empresa que conozca
cuál es su objetivo y que tenga bien en claro los medios por el cual quiere
alcanzarlo y fije su sistema de control a este parámetro de comportamiento.
En este tema del control se
pueden diferenciar tres tipos de estos los cuales son:
·
Control
preventivo: este tipo de control busca evitar los problemas que puedan
darse, por ejemplo, un administrador planea el procedimiento para realizar el
suministro de su producto a la empresa que lo desea tomando las medidas
necesarias para que no se presente ningún accidente.
·
Control
concurrente: este tipo de control se lleva a cabo mientras se realiza la
actividad. Un ejemplo es un administrador que supervise la realización del
ensamblaje del producto de la compañía.
·
Control
de retroalimentación: es un control que se da una vez finalizada la
actividad. Por ejemplo: el administrador se pone a evaluar los resultados del
mes del procedimiento del producto, desde su creación hasta la entrega de este
al consumidor, de esta manera puede tomar decisiones acerca del procedimiento
del próximo mes, si lo mantiene o efectúa cambios.
Conociendo ahora los enfoques de
un sistema de control y los tipos de este queda a criterio de cada uno como
llevar a cabo el control de su compañía. En cuanto a la frase con la que inicié
la entrada, yo le haría un cambio en el caso de que no se pueda hacer la
actividad uno mismo, “si quieres que algo quede bien hecho, controlalo tú mismo”.